Hace unas semanas les hablé de los retos que enfrentamos con el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA), así como sobre la importancia de contar de políticas públicas que impulsen la investigación y el desarrollo sustentable y ético de los desarrollos asociados a esta tecnología.
Lo cierto es que la interacción que tenemos con la inteligencia artificial es cada vez más frecuente: la tenemos en casa conviviendo las 24 horas con nosotros, instalada en nuestros televisores, teléfonos o relojes inteligentes. El año pasado, las bocinas que incorporan los asistentes personales de IA con voz fueron el regalo de moda.
Y aunque cada vez con mayor frecuencia,nos enteramos que asistentes como Cortana, Siri, Alexa o los provistos en dispositivos con Android comprometen aspectos relacionados con nuestra privacidad, intimidad y con la seguridad de la información, a veces pasamos estas advertencias por alto con tal de estar más cerca de lo nuevo, lo innovador o de los desarrollos que facilitan actividades cotidianas como el conducir un automóvil.
También en la industria y empresas encontramos una evolución en la aplicación de esta tecnología. La IA es una herramienta habilitadora de la nueva revolución industrial que supone la Industria 4.0. Hoy como nunca antes, las empresas se apoyan en tecnologías disruptivas como elbig data, internet de las cosas y por supuesto, la inteligencia artificial para innovar y competir más eficientemente. Los sistemas de inteligencia artificial mejoran con cada interacción, facilitando el aprendizaje para la resolución de problemas y optimización de procesos de producción. Sin embargo, el despliegue de esta tecnología en la industria no ha estado exenta de controversias como las relacionadas con la discriminación de ciertos grupos de personas o el desplazamiento de mano de obra.
Es por ello que he seguido con atención las propuestas y preocupaciones que la sociedad ha vertido sobre este tema. Ejemplo de lo anterior, son las Recomendaciones Generales para el Tratamiento de Datos en la Inteligencia Artificialque fueron aprobadas por La Red Iberoamericana de Protección de Datos.
Este documento es relevante dado que formula una serie de recomendaciones para que los desarrollos de inteligencia artificial:
Efectúen estudios de impactos de privacidad,
Incorporen la privacidad, la ética y la seguridad desde el diseño y por defecto,
Cumplan las normas sobre tratamiento de datos personales,
Utilicen herramientas de anonimización,
Materialicen el principio de responsabilidad demostrada.
Sin duda, el espacio donde existen más retos para la IA se encuentra en el campo de los derechos humanos, y de forma más puntual en aspectos relacionados con la intimidad, la discriminación y la protección de datos.
Frente a estos retos, la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado de la República, presidida por la Senadora Beatriz Paredes, ha organizado el Foro “Un acercamiento a la Inteligencia Artificial”que se llevará a cabo en en la Secretaría de Relaciones Exteriores el próximo 17 y 18 de febrero. Este foro contará con la participación de expertos internacionales que dialogarán y reflexionarán sobre los retos jurídicos, éticos y sustentables que conlleva el uso de la inteligencia artificial. La invitación está abierta a todo el público y pueden solicitar su registro en el correo cienciaytecnologia@senado.gob.mx
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