El futuro del trabajo se diseña con propósito, empleabilidad y personalización
- ale29213
- 3 jun
- 2 Min. de lectura
Vivimos una paradoja. Nunca antes habíamos tenido tanto poder tecnológico en nuestras manos, sin embargo, millones de personas en el mundo viven con miedo de quedarse sin empleo. La inteligencia artificial, la automatización y los algoritmos prometen eficiencia y crecimiento, pero también generan una ansiedad real sobre el valor y la estabilidad del trabajo humano.
De acuerdo con el informe Future of Jobs 2025 del Foro Económico Mundial, estamos frente a una transformación laboral de gran escala. Se crearán 170 millones de nuevos empleos entre 2025 y 2030 pero, también desaparecerán 92 millones. El crecimiento neto será positivo pero desigual. 39% de las habilidades actuales quedarán obsoletas. Y 86% de las empresas se transformará debido al impacto de la IA y la automatización.
Frente a este panorama, la pregunta no es si habrá empleo, sino qué tipo de empleos se crearán, y para quiénes. Es relevante el planteamiento de Innovation for Jobs (i4j), impulsado por Vint Cerf y David Nordfors: la innovación no debería medirse por cuántos empleos elimina, sino por cuántos empleos significativos y personalizados genera.
Hoy medimos el éxito de la tecnología por su capacidad de hacer más con menos personas. Pero ¿qué pasaría si midiéramos su valor por cómo empareja las capacidades humanas con oportunidades reales?
Este cambio de lógica implica diseñar un nuevo tipo de mercado: uno centrado en la empleabilidad, no sólo en el empleo. Un sistema que reconozca no solo lo que sabes, sino tu potencial de aprender, adaptarse y colaborar.
La semana pasada, desde la Alianza Nacional de Inteligencia Artificial, organizamos una mesa de trabajo con el equipo de OpenAI para abordar estos temas. En ella participaron academia, industria, sociedad civil y gobierno. Analizamos el impacto que tendrá la IA en los mercados laborales de América Latina y discutimos qué tipo de políticas educativas, fiscales y laborales se requieren para acelerar la transformación de habilidades, reskilling y el upskilling de nuestra fuerza laboral. También reflexionamos sobre cómo fortalecer la colaboración entre gobierno, industria, academia y sociedad civil para que esta transformación sea inclusiva y centrada en las personas (Aquí la puedes ver: https://youtu.be/tyNXPwQ7oFY?si=Jo7LJZoz0mcRLMW0 )
Pero esta transformación no puede recaer exclusivamente en el sector privado. Requiere una nueva alianza público-privada-académica y, sobre todo, un nuevo contrato social. Aquí entra el debate del Ingreso Básico Universal, una propuesta que podría garantizar dignidad económica mientras las personas re-convierten sus habilidades, se forman o emprenden.
El informe del WEF también destaca transformaciones en otros sectores y por otras razones: la transición verde genera cinco veces más empleos de los que elimina; las tensiones geopolíticas están reconfigurando cadenas de valor; y las empresas están priorizando la diversidad, la equidad y la inclusión más que nunca.
No se trata de elegir entre empleos o robots. Se trata de decidir qué tipo de sociedad queremos construir con la tecnología a nuestro favor. Una donde el progreso no excluye, sino que habilite. Donde la innovación se mida no por su velocidad, sino por su impacto humano.
El futuro del trabajo no está escrito en código, está en nuestras manos diseñarlo con dignidad, visión y propósito.
X: @alelagunes
Instagram: alejandralagunes_
Linkedin: alejandralagunes

Коментари