Desde hace un par de años, han surgido en redes sociales cuentas deinfluencers en las que se muestra el modelo de los años 50´s del ama de casa ideal: los temas de limpieza, organización, administración del hogar y tener una perfecta imagen los cuales tenido gran resonancia y sus promotoras acumulan ya millones de seguidores.
En un estudio realizado por Magdalena Petersson McIntyre, investigadora de la Escuela de Negocios, Economía y Derecho de la Universidad de Gothenbur, se encontró que la imagen tradicional del ama de casa ha desaparecido como ideal en la última década. Sin embargo, en su lugar ha surgido un ideal de ama de casa estetizado en redes sociales.
El ideal de tener un hogar perfectamente pulcro, organizado y a la vez trabajar, hacer ejercicio, cuidar de los hijos y lucir perfecta se vuelve imperante para las consumidoras de redes sociales. El problema es cuando este contenido no hace click con la realidad. Tiende a ser difícil recordar que el personaje que éstos influencerscrean para vender, que si bien no es totalmente falso, se sustenta en características que refuerzan estereotipos de género.
Las persona consumidora de este contenido en redes sociales se encuentra en una encrucijada. El estilo de vida mostrado - para vender(se) - es inalcanzable para la mayoría de las personas, y no es una representación completa de su vida. Al mismo tiempo y en el mismo espacio, miles de mujeres y movimientos feministas buscan lo opuesto a lo que representan estos modelos tan populares en redes sociales. Consumir la información de las redes sociales implica también realizar un ejercicio de realidad, de reflexión sobre lo que pueden ser solo estrategias venta y de consumo.
Las redes sociales son, sin duda, una poderosa herramienta a través de las cuales las personas podemos construir una identidad - digital. En los casos de bloggers e influencers, se suelen borrar las líneas que dividen el ámbito de lo privado con los intereses comerciales.
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