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Regulación de Inteligencia Artificial: algunas propuestas en el mundo

Desde que se lanzó a finales de noviembre de 2022, ChatGPT, en tan solo dos meses llegó a 100 millones de personas


Desde que se lanzó a finales de noviembre de 2022, ChatGPT, en tan solo dos meses llegó a 100 millones de personas usuarias activas. Su popularidad ha generado todo tipo de discusiones y especulaciones sobre el impacto que ya está teniendo y que tendrá en nuestro futuro cercano la IA generativa. El debate de lo que pueden hacer estas herramientas ha sido profundo y ha acaparado la atención del mundo. Y es que, lo que estamos viviendo es apenas la primera etapa en el desarrollo de la IA. La segunda y tercera etapa serán muchísimo más revolucionarias y alterarán completamente al mundo.


La tarea de regular es compleja, pues la IA es transversal, abarca desde sistemas de aprendizaje automático hasta redes neuronales profundas. Además, su velocidad de innovación supera la capacidad de gobiernos y organismos reguladores. Por ello cualquier regulación debe ser lo suficientemente flexible para adaptarse a los cambios y garantizar su relevancia.


La IA es una tecnología global, trasciende fronteras, pero debe incluir jurisdicciones nacionales, lo que plantea desafíos para su regulación. Cualquier intento de establecer estándares y normas debe contar con la cooperación y participación de múltiples actores internacionales. A pesar de estos desafíos, ya existen propuestas para regular la IA:


  1. El Consejo de Europa está trabajando en un tratado jurídicamente vinculante sobre IA. Los países firmantes deberán garantizar que la IA se diseñe, desarrolle y aplique de forma que proteja los derechos humanos, la democracia y el Estado de Derecho.

  2. Países miembros de la OCDE, acordaron adoptar un conjunto de principios no vinculantes que establecen algunos valores que deberían sustentar el desarrollo de la IA, estos han dado forma a las iniciativas en materia de IA en todo el mundo.

  3. El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente francés, Emmanuel Macron, fundaron la Asociación Global sobre IA (GPAI), la cual podría fomentar la investigación y la cooperación internacional pero ha mantenido un perfil bajo.

  4. La ley de IA de la UE puede ser la normativa mundial, ya que responsabilizaría a malos actores y evitaría los peores escenarios de la IA mediante enormes multas y la prevención de la venta y el uso de tecnología de IA no conforme en la UE y; regulará la IA generativa e impondrá restricciones a los sistemas de IA que se consideren un riesgo "inaceptable", como el reconocimiento facial.

  5. Organismos de estandarización como ISO ayudarán a traducir la normativa sobre IA en reglas sencillas que las empresas puedan seguir.

  6. La UNESCO y países miembros adoptaron un marco voluntario de ética de la IA en el que se comprometen a introducir evaluaciones de impacto ético y ambiental para la IA, así como garantizar que la IA promueva la igualdad de género y no se utilice para la vigilancia masiva.

Esto es un gran avance pero no la solución definitiva. Aún es necesaria la colaboración entre el sector público y privado, academia y sociedad civil para abordar los desafíos que plantea la IA. La tarea de regularla es un acto de balances. Debemos encontrar un punto medio que fomente la innovación y aproveche sus beneficios, al tiempo que protegemos los derechos y valores de la sociedad.


Para este artículo se consultó MIT Technology Review


Fuente: El Heraldo de México





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