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Día Mundial de la Vida Silvestre, una fecha para generar consciencia

Actualizado: 10 ago 2022

Hoy 3 de marzo se celebra el “Día Mundial de la Vida Silvestre”, también conocido como el “Día Mundial de la Naturaleza”. Este día fue decretado en 2013 por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el objetivo de conmemorar y difundir la importancia y el valor de todos los seres vivos que habitan en nuestro planeta. El lema asignado por la ONU para el año 2022 es el de "Recuperar a las especies clave para la restauración de ecosistemas": orientado a crear conciencia acerca del estado actual de las especies de vida silvestre que se encuentran en peligro y en peligro crítico de extinción.


Para un país como México, esta fecha resulta particularmente importante pues ocupamos el quinto lugar en el selecto grupo de países Megadiversos, esto quiere decir que en nuestro territorio se concentra una gran riqueza de especies, ecosistemas y expresiones étnicas. En particular, México ocupa el tercer lugar en riqueza de mamíferos con 528 especies de las cuales el 29% son endémicas, es decir que solamente existen en nuestro país. Además ocupa el segundo lugar en riqueza de reptiles y peces marinos; el quinto en diversidad de plantas y anfibios y el octavo en aves.


En nuestro país se pueden encontrar casi todos los ecosistemas de América. A nivel mundial, tan sólo China e India rivalizan con México en la diversidad de su cobertura vegetal; pues encontramos desde selvas y bosques hasta desiertos y pastizales naturales que se desarrollan por arriba de los límites de la vegetación arbórea en las montañas. Gran parte de esta diversidad se debe a la posición geográfica privilegiada de nuestro país, además la orografía, todas esas montañas que se levantan de extremo a extremo, repercuten en la variedad de climas, ecosistemas y la presencia de muchísimos endemismos por todo el territorio.


La diversidad de México trasciende la biología y se infiltra en la cultura. Al menos 120 especies de plantas han sido domesticadas en nuestro país, siendo México, centro de origen de especies de importancia comercial como el jitomate, el cacao, el maíz, la vainilla, el frijol, el aguacate y la lista sigue. Por ejemplo, de la calabaza (género Cucurbita) se conocen 21 especies en el territorio, cuatro de las cuales se cultivan ampliamente en todo el país.


Entre todas estas especies que componen el México megadiverso, existe una particularmente icónica, la especie clave por excelencia, el jaguar, el felino más grande de América. Los mayas le daban el nombre de balam; un emblema del poder, asociado con la fertilidad y el agua, rector del tiempo, señor de la noche, soberano del inframundo. Hasta comienzos del siglo XX, los jaguares fueron guardianes de vastos paisajes en el país, desde las selvas del sureste hasta las montañas y desiertos en el norte. Pero poco a poco, la competencia por los recursos y la cacería indiscriminada por el valor comercial de su piel, fue diezmando las poblaciones. La transformación de las selvas y otros ecosistemas naturales en grandes extensiones de pastizal para criar el ganado y establecer poblados, ha tenido como inevitable consecuencia el contacto directo de este majestuoso felino con los seres humanos que, al defender sus intereses, amenazan la existencia de las poblaciones de jaguar en el país.


Así como el jaguar, muchas especies clave de nuestro país y su entorno natural se encuentran amenazadas y es nuestra responsabilidad como Mexicanos defender sus derechos y protegerlas. En un día como hoy en el que se conmemora la vida, debemos recordar que el mayor reto de la humanidad es lograr un manejo de los recursos naturales que nos permita garantizar el bienestar humano sin comprometer a la biodiversidad. Para ello, es necesario modificar la forma en que consumimos al planeta e interactuamos con la naturaleza. No hay una ruta única, ni una respuesta definitiva a dicho reto, pero es responsabilidad de todos encontrar una forma de conservar los recursos naturales; de lo contrario podemos sentarnos cómodamente a observar como desaparece, no solo el jaguar y la diversidad del país, sino las oportunidades de desarrollo de nosotros, sus habitantes.




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