Reflexiones desde la Primera Cumbre Ministerial y de Altas Autoridades sobre la Ética de la Inteligencia Artificial de América Latina y el Caribe
Hace una semana tuve el privilegio de participar en el "Foro sobre la ética de la inteligencia artificial en América Latina y el Caribe" en representación de los cientos de expertos y expertas que participaron en las mesas de trabajo de la Alianza Nacional de Inteligencia Artificial (ANIA). Este evento, organizado por la UNESCO, el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación del Gobierno de Chile, marcó un parteaguas en nuestra búsqueda de un futuro donde la Inteligencia Artificial se desarrolle de manera ética y responsable, con el ser humano al centro.
Durante el evento, se destacó la naturaleza rápida y dinámica de los avances en Inteligencia Artificial. Estamos en medio de una revolución tecnológica que desafía los derechos humanos, la innovación y la gobernanza. Las palabras compartidas por diversos líderes subrayaron la necesidad urgente de abordar estos problemas. La IA no es simplemente una cuestión técnica; es una fuerza que nos está obligando a hacer una pausa y cambiar nuestros paradigmas. Además, la mayoría de los expert@s enfatizó la importancia de la ética en este desarrollo, destacando la necesidad de regulaciones que prioricen la transparencia, la igualdad y la responsabilidad.
Como integrante de la ANIA, pude compartir nuestra visión sobre la supervisión y vigilancia en el uso de la IA en nuestra región. Subrayamos la importancia de la creación de una Entidad Reguladora Autónoma a nivel local, un organismo especializado que garantice y audite la implementación y el cumplimiento de las regulaciones de IA y tecnologías emergentes. Esta entidad estaría compuesta por expertos multidisciplinarios y tendría la autoridad para investigar, innovar y sancionar en temas relacionados con la IA, la ciberseguridad y tecnologías emergentes,
A nivel latinoamérica y el Caribe, hablé sobre la propuesta de crear una Alianza Regional de IA. Esta alianza facilitaría la cooperación técnica, la transferencia de conocimientos y la compartir y evaluar regulaciones. Además, fomentaría la diversidad en el desarrollo de la IA, promoviendo soluciones que se adapten a las necesidades específicas de nuestra región. La publicación de estudios de caso y el apoyo a programas de innovación y emprendimiento serían componentes clave de esta iniciativa.
El evento reafirmó mi convicción en el poder de la colaboración y la acción colectiva. En un mundo donde la IA está transformando rápidamente nuestras sociedades, es esencial que trabajemos en conjunto para garantizar que estos avances se utilicen para el bien común.
La ética debe ser el pilar fundamental que guíe nuestro camino hacia un futuro donde la Inteligencia Artificial mejore nuestras vidas sin comprometer nuestros valores fundamentales.
Este foro no fue simplemente un evento; fue un llamado a la acción. Ahora, más que nunca, es crucial que sigamos trabajando juntos, compartiendo conocimientos y colaborando para dar forma a un futuro donde la IA sea verdaderamente ética, inclusiva y responsable. La revolución ética en la Inteligencia Artificial está en nuestras manos, y es nuestra responsabilidad asegurar que sea una revolución para el bien de todos.
