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El poder de la música en nuestro comportamiento

La música siempre ha tenido un poderoso impacto en nuestras vidas, es capaz de influir en nuestras emociones, pensamientos e incluso en nuestros comportamientos. Cada acorde, nota y sonido tiene la capacidad de modificar nuestras experiencias y memorias.


Desde temprana edad se utiliza la música como herramienta educativa en los colegios con el propósito de estimular la memoria, concentración y creatividad de los niños. Además, existen terapeutas y estudios que respaldan los beneficios de la música para la salud, tanto física como mental. Ayuda a reducir el estrés, fortalecer la vitalidad y el sistema nervioso. Incluso, la memoria musical es una de las áreas cerebrales menos afectadas por el Alzheimer.


La importancia e impacto de la música en nuestra sociedad es innegable, es una gran herramienta de comunicación, y por ello es crucial prestar atención al tipo de música que escuchamos. En la actualidad, algunos géneros musicales, como el reguetón y los corridos tumbados o corridos bélicos, han generado controversia por los mensajes que comunican.


  1. Letras misóginas y objetificación de la mujer: Tanto el reguetón como los corridos tumbados a menudo presentan letras que perpetúan la misoginia y la objetificación de la mujer. Las canciones de estos géneros suelen representar a las mujeres como objetos sexuales y resaltan comportamientos machistas. Promueven estereotipos dañinos en hombres y mujeres y refuerzan la desigualdad de género.

  2. Fomento de la violencia y delincuencia: Otra preocupación relacionada con los corridos bélicos es la glorificación de la violencia y la delincuencia. Las letras de muchas de estas canciones exaltan la vida criminal, normalizando comportamientos antisociales y peligrosos. Esto puede tener un impacto especialmente perjudicial en adolescentes, que se encuentran en una etapa crucial de formación de su identidad y valores. La exposición constante a este tipo de música puede distorsionar su percepción de la realidad y aumentar el riesgo de que adopten actitudes y comportamientos violentos.

  3. Consumo de drogas y alcohol: Estos géneros musicales a menudo tocan temas como el consumo de drogas y alcohol, los presentan como algo glamoroso y deseable e incluso aspiracional. Estas referencias constantes pueden influir en adolescentes, que son especialmente susceptibles a la presión de grupo y la búsqueda de identidad. También puede normalizar el consumo de sustancias peligrosas y llevar a que jóvenes experimenten con ellas de manera prematura, poniendo en riesgo su salud y desarrollo.

La popularidad de estos géneros se da en un momento crítico en México, dado los altos niveles de violencia que vivimos. De acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, a pesar de los esfuerzos del gobierno por reducir la violencia en el país, México tiene una alta tasa de homicidios: 29 personas por cada 100 mil habitantes. Por otro lado, las cifras de feminicidios (asesinatos intencionales de mujeres por el hecho de ser mujeres) de nuestro país se encuentran entre las más altas del mundo. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), un promedio de 10 mujeres son asesinadas cada día en México y esta cifra ha ido en aumento en los últimos años.


Hoy en día debemos cuestionarnos el impacto que puede ejercer la música en niñ@s y adolescentes y analizar las posibles consecuencias que puede tener a la hora de construir o reforzar pensamientos machistas y/o violentos.


De hecho, existen diversos estudios que han ligado estos géneros musicales con el incremento de ansiedad, depresión y actitudes violentas en las personas que los escuchan. La Universidad de California (UCLA, por sus siglas en inglés), publicó los resultados de su estudio en la revista “Psychology of music” y reveló que la exposición a los corridos bélicos incrementa los niveles de agresión y delincuencia en adolescentes. Además, señaló que las letras normalizan la violencia y comportamientos agresivos. Otro estudio realizado por la Universidad de Texas en Austin, señaló que los corridos tumbados pueden incrementar los niveles de ansiedad y depresión, especialmente en aquellas personas que han estado expuestas a violencia o traumas.


Todo lo que entra por nuestros sentidos influye en lo que pensamos, hacemos y somos. Como papás y mamás debemos concientizar a nuestros hij@s sobre las elecciones que pueden hacer al escuchar música. No se trata de prohibir o limitar la libertad de expresión, pero sí, cuestionarse lo que a través de las música se está normalizando, idealizando o estigmatizando.


Fuente: PolíticoMX




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