En México, los hongos psilocibes han sido parte integral de las culturas indígenas durante siglos. Estas sustancias naturales, conocidas como "hongos sagrados"
En México, los hongos psilocibes han sido parte integral de las culturas indígenas durante siglos. Estas sustancias naturales, conocidas como "hongos sagrados", "hongos mágicos”, niños santos o teonanácatl, han sido utilizadas en prácticas ceremoniales y medicinales por diversas comunidades dentro del territorio nacional.
Sin embargo, pese a su importancia cultural y tradicional, los hongos psilocibes, y sus compuestos sintéticos, la psilocibina y psilocina, han sido criminalizados desde la firma, en 1971, del “Convenio Sobre Sustancias Psicotrópicas de la Organización de las Naciones Unidas” (ONU) durante el mandato del Presidente Nixon, Muchos países se unieron a esta lucha antidrogas y penalizaron a nivel local estas sustancias.
Tal es el caso de México, que en la Ley General de Salud prohíbe su uso por ser sustancias que supuestamente “tienen un valor terapéutico escaso o nulo y que, por ser susceptibles de uso indebido o abuso, constituyen un problema especialmente grave para la salud pública”. El Código Penal Federal estipula que una persona que comercialice hongos puede ser castigada de 10 a 25 años de prisión, y quienes los posean o consuman pueden pasar entre cinco y 15 años en la cárcel.
Estamos viviendo un cambio de paradigma en la salud. La creciente crisis de salud mental está obligando a innovar y cambiar el paradigma en tratamientos, terapias y medicinas. Varios países están llevando a cabo investigación científica, ensayos clínicos y están despenalizando y reclasificando los enteógenos, también llamados psicodélicos, para tratar estos padecimientos. Los enteógenos alrededor del mundo se están dejando de ver como drogas peligrosas y adictivas, y todo lo contrario, la evidencia científica los reconoce como herramientas poderosas para el tratamiento de padecimientos como la depresión, la ansiedad, el estrés postraumático y las adicciones.
Este cambio está siendo impulsado por:
Aumento de la investigación: Hasta febrero de 2023 se tenían registrados 450 ensayos clínicos con enteógenos y sustancias psicodélicas realizados en Estados Unidos, Canadá y Europa, que presentan resultados prometedores en sus usos terapéuticos. La mayoría de estos ensayos se encuentran en las fases dos o tres de investigación, es decir con un avance considerable
Creciente concientización: los beneficios potenciales de los enteógenos han provocado un aumento de la demanda de acceso a estas sustancias
Cambio de actitudes culturales: hay una creciente aceptación cultural de los enteógenos debido a sus potenciales beneficios
Gracias a este nuevo paradigma, en diferentes partes del mundo se está cambiando la legislación para que estas sustancias se despenalicen. Por ejemplo, en Estados Unidos han acelerado el proceso de desarrollo y experimentación de las terapias, otorgándole el estatus de “breakthrough therapy” por parte de la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos.
México no puede quedarse atrás. Hoy presenté una propuesta que busca establecer un marco regulatorio inclusivo para uso terapéutico de la psilocibina, psilocina y hongos psilocibes, reconociendo su valor ancestral en México y respetuoso de los conocimientos indígenas y de la medicina tradicional. La iniciativa tiene 5 puntos principales: Despenalización, Reclasificación y Acceso Terapéutico, Normativa Específica para Enteógenos Naturales, Preservación de Conocimiento y Recursos Genéticos, Conservación y Aprovechamiento Sustentable.
Como parte de saldar una deuda histórica con los guardianes de estos conocimientos ancestrales, al mismo tiempo que se presenta la iniciativa, los pueblos originarios están en proceso con el gobierno de México para solicitar a la UNESCO reconocer los saberes ancestrales del uso de los hongos psilocibes como “Patrimonio Inmaterial De la Humanidad”.
Innovar en Salud Mental no solo es necesario, es urgente.
Reconocer y honrar los pueblos originarios que han resguardado los saberes ancestrales alrededor de los hongos, es justicia.
Fuente: El Heraldo de México
